El pescado es un alimento muy sano y completo, que se recomienda consumir 2 o 3 veces por semana. Y si es pescado fresco, mejor que mejor. El caso es que no todo el mundo se cree que el pescado que ve en los expositores sea fresco, o bien no saben cómo reconocer una buena pieza fresca de otra que tenga varios días. Vamos a ver cuándo podemos comprar pescado fresco y cómo reconocerlo.
Cuándo comprar, o cuándo no hacerlo
En muchas pescaderías de mercado no hay pescado fresco los martes, ya que los barcos no salen a faenar los lunes. Si no tienen pescado fresco, tirarán de las existencias, que pueden llegar a ser del anterior sábado. Así pues, si tenemos que eliminar un día de la semana para comprar pescado fresco será el martes. Yo suelo comprar los miércoles y los sábados, y así cubro perfectamente toda la semana.
Esto, para el caso de que vayamos a una pescadería de mercado, si estamos pensando en un supermercado la cosa puede variar, pero sigue valiendo la máxima de que “los martes no hay pescado”. Al menos, no va a ser del día. Que nadie se preocupe porque su mercado o plaza no esté cerca del mar: desde que el pescado sale de las lonjas hasta que nosotros lo compramos, da tiempo suficiente a que llegue el reparto en frío.
Cómo reconocer el pescado fresco
Una vez escuché que el pescado tenía que tener buena cara y buen color para saber que está fresco. Es cierto, pero si no sabemos encontrarle la cara bonita al pescado, aquí tienes unos trucos para reconocer la frescura del pescado:
- Las agallas deben tener un buen color, rojo o rosa intenso, y además deben ser resbaladizas y suaves al tacto.
- Los ojos del pescado no deben estar hundidos, deben ser transparentes y esféricos.
- Los intestinos deben estar bien definidos, limpios, y la telilla que los recubre debe estar también limpia y sobre todo, ser difícil de quitar.
- Las escamas deben ser difíciles de quitar, por ejemplo en el caso de la merluza. Deben ser abundantes.
- El olor. Esto es muy importante y debe ser un olor limpio a mar o a río, dependiendo de dónde se haya pescado. Es muy importante que veamos que no se “riega” el pescado, ya que o bien están enmascarando la falta de brillo del pescado no fresco, o bien están enmascarando su olor.
Comer pescado es un placer. Si quieres que tu experiencia sea la mejor, no dudes en aplicar estas observaciones a la pieza que vayas a adquirir, y mientras no tengas un pescadero o pescadera de confianza, compra las piezas enteras y aprende a limpiarlo en casa para verificar que, realmente, estás llevándote pescado fresco.
Todos estos trucos te sirven también para detectar quién te ha vendido pescado pasado camuflado como fresco, y en esos casos puedes interponer una queja, o bien cambiar de proveedor. ¡Que disfrutes del pescado!
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